El 6 de julio de 2009, es decir, hace 10 años, 70 miembros de Boko Haram atacaban una comisaría en represalia por el arresto de varios líderes del grupo. Murieron 50 personas. Era el primer ataque del que se ha convertido en el grupo terrorista más activo y letal de África occidental.
Boko Haram, que siempre lo hemos traducido como "la educación occidental es pecado", pero dice literalmente "fraude prohibido", fue fundado en 2002 por Mohamed Yusuf en Maiduguri, la capital del estado nororiental de Borno. Pretendían implantar la sharía, la ley islámica, en el norte musulmán del país, pero su formación también tiene que ver con la marginación que sufre el norte desde la presencia británica en el sur.
En 2009, Yusuf murió bajo custodia policial, ejecutado sin juicio, y lo sustituyó Abubakar Shekau, que dio un giro radical y comenzó a atentar contra civiles.
Todo esto lo explica María Rodríguez en este artículo.
Desde 2009, el grupo ha matado a más de 27.000 personas en más de 2350 ataques, según el Proyecto de Datos y Ubicación de Conflictos Armados (ACLED); eso quiere decir que ha habido un ataque cada día y medio.
Esto de la Revista 5W comienza con un "Anoche, cinco chicas se hicieron estallar en Maiduguri". Boko Haram se hizo conocido a nivel mundial por el secuestro de 276 chicas de 12 a 16 años en Chibok. Ha habido más secuestros y muchas de las bombas suicidas que se han producido en mercados, plazas y comisarías han sido mujeres. Y creo que es importante hablar de ellas.
El 80 % de las más de 2 millones de personas desplazadas en el noreste son mujeres y niños, según cifras del Consejo Noruego para los Refugiados (NRC). Hay organizaciones de mujeres que están haciendo de intermediarias, de negociadoras, que quieren una solución al problema...
Zahra y Amina fueron esposas de "luchadores" y escaparon al aceptar ponerse un cinturón explosivo, pero en un puesto de seguridad en la carretera, se entregaron a los soldados. Cuando Azadeh Moaveni, del Crisis Group, habló con ellas en un campo de supervivientes le dijeron que querían volver con el grupo.
Te pongo en situación: estamos hablando de una zona donde hay ciudades con un 80% de desempleo juvenil y millones de niños no van a la escuela, donde la violencia ha provocado que el comercio sea casi inexistente e ir a trabajar al campo es a veces un deporte de riesgo.
Se tiende a pensar que a las mujeres les lavan el cerebro, pero hay mujeres que deciden unirse a Boko Haram por razones sociales y políticas. El grupo les da seguridad y ciertas oportunidades económicas e incluso educación, a pesar de que sea un clima brutalmente patriarcal. Zahra y Amina dicen que lo pasaron muy mal y que era muy duro, pero al menos tenían para comer.
El artículo de opinión cambia un poco la narrativa de buenos-malos que se suele tener del conflicto: Boko Haram es malo, pero es que la situación en la que vive mucha gente también es mala. Este es un pequeño documental que hicieron durante la visita.
Y de postre nos vamos a Togo, con el grupo Toofan y su característicos movimientos.
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